"Si el gobierno niega a la Iglesia los mismos derechos que le dan a una tienda, entonces esto es discriminación de la religión", dijo Su Excelencia.
El obispo Schneider: Los gobiernos están usando COVID-19 como pretexto para "perseguir" a la Iglesia Además de afirmar que cree que el virus es un castigo de Dios destinado a "despertar" al mundo y a la Iglesia para hacer penitencia por los crímenes dentro y fuera de la Iglesia - especialmente el abuso litúrgico y el aborto -
(LifeSiteNews)
Su Excelencia me dijo que los gobiernos de todo el mundo están usando COVID-19 como pretexto para "perseguir implícitamente" a los cristianos obligando a las iglesias a cerrar. "Los obispos y las conferencias episcopales - e incluso la Santa Sede - deberían insistir en que los gobiernos den a las iglesias al menos los mismos derechos... que dan a las tiendas donde la gente puede comprar alimentos", dijo Su Excelencia. "Si el gobierno niega a la Iglesia los mismos derechos que dan a una tienda, entonces esto es una discriminación de la religión."
Le pregunté al obispo Schneider qué piensa sobre las licorerías que siguen abiertas y cómo algunos obispos ordenan a sus sacerdotes que no ofrezcan misas públicas.
Los obispos deberían "estar contentos" de que los sacerdotes estén usando su "celo creativo por los fieles" para asegurarse de que reciben los sacramentos, dijo. Los obispos que no insisten en que las iglesias deben ser abiertas están cometiendo una "grave omisión".
Durante la plaga de su propio tiempo, continuó el obispo Schneider, San Carlos Borromeo "ordenó que los sacerdotes celebraron la Santa Misa en las plazas públicas, lugares públicos en las calles - en las esquinas de las calles - para multiplicar las misas para que la gente pudiera asistir desde sus ventanas".
La corresponsal de LifeSite Dorothy Cummings McLean informó recientemente sobre cómo el Reino Unido puede permanecer cerrado hasta después de Navidad. El obispo Schneider dijo que las restricciones de Inglaterra están "completamente en contra de toda proporcionalidad razonable". Las órdenes emitidas en Gran Bretaña por el gobierno, dijo, son "una especie de discriminación y persecución de la Iglesia".
Su Excelencia continuó sus comentarios teorizando que "podría ser que estemos pasando por una época de las catacumbas - una especie de Iglesia subterránea. Pero no tenemos que tener miedo. Tenemos que ser valientes, porque la Iglesia tiene mucha... experiencia siendo una Iglesia catacumba, una iglesia subterránea. Y en esos tiempos de catacumbas, Dios dio muchos frutos espirituales para la renovación de la Iglesia".