martes, 4 de septiembre de 2018

Si Francisco encubrió los abusos de McCarrick, ni es santo ni es padre

Bergoglio encubrió al depredador serial McCarrick
¿Nos vamos a sorprender del detallado testimonio del arzobispo Carlo Maria Viganò sobre el encubrimiento del ex cardenal McCarrick por parte del papa Francisco? Hacía años que se veía venir que nos las verías con una falsedad y una epravación de este calibre. Desde el primer momento de su pontificado, Francisco ha manifestado desprecio por las tradiciones papales, demostrando con ello su falta de respeto por los deberes y limitaciones de cargo. Sus celebraciones minimalistas y deslucidas de la Misa daban a entender que, para él, la liturgia no era «fuente y culmen de la vida cristiana».
Sus insufribles homilías, en muchos casos sospechosas de herejía, revelaban una mentalidad nada católica. Sus torpes respuestas en las entrevistas a la prensa y en los aviones sembraban confusión sobre doctrinas cristianas fundamentales. Lo de «¿quién soy yo para juzgar?» apareció en todos los diarios y terminó en millares de mensajes internéticos que ofrecían un mensaje de liberación de los mandamientos de Dios. El dulce nombre de la misericordia fue usurpado con vistas a un plan de secularización. Fariseo se convirtió en la palabra predilecta para burlarse de todo el que aún creyera en la Biblia o en una versión identificable del cristianismo.
Los sínodos sobre la familia con su consecuencia —Amoris laetitia–, amañados por el Papa –autoritariamente aclarados por las pautas de la arquidiócesis bonaerense– otorgaron honores pontificios a la normalización de las relaciones adúlteras. Se introdujeron modificaciones en los procesos de anulación para acelerar la concesión del divorcio católico. Reorganizaciones internas e iniciativas vaticanas aguaron el mensaje provida y enturbiaron las aguas de la Humanae vitae en el año preciso de su cincuentenario. Conocidos anticatólicos fueron invitados al Vaticano, donde se les concedió tribuna y se les aplaudió.
En cuanto alguien se acercó más de la cuenta a la miserable verdad sobre la corrupción financiera en el Vaticano, el papa supuestamente reformista aseguró que se había eliminado el peligro, ya fuera el miembro del Consejo de Cardenales falsamente incriminado o los auditores profesionales externos sumariamente despedidos.
Las condenas del Papa a la homosexualidad nunca pasaron de ambiguas; la doctrina tradicional parecía ir camino del basurero, como la pena de muerte (si no te gusta lo que enseña la Tradición de la Iglesia, no tienes más que cambiar el Catecismo, diciendo las palabras mágicas «abracadabra, que se desarrolle la doctrina»). Como se ha viso en el caso de Chile, el manejo de la crisis internacional de los abusos sexuales reveló en el mejor de los casos lo poco empeñadosdos que estaban en que se hiciera justicia, y en el peor, una tendencia hacia la complicidad.
Y ahora nos llega esta noticia, que con toda lógica ha repercutido en todo el mundo como una sacudida sísmica, el estupor colectivo ante el alcance de la impiedad en las altas esferas.
No es sólo que no haya justicia en la Casa Santa Marta; allí reside lo que parece ser una resolución calculada y premeditada de apoyar, promover y exaltar la injusticia. Es algo más que tendencia a la complicidad; en los más altos niveles vaticanos el mal se fabrica en serie, con una eficiencia que maravillaría a Henry Ford. El curso inexorable de los acontecimientos desenmascara cada vez más a Francisco como cómplice de la mafia rosa, las garras de cuya afeminada burocracia están estrangulando a la Iglesia militante. Con Bergoglio el Vaticano se ha convertido en una cloaca en la que se han mezclado y concentrado la actitud acomodaticia al mundo instaurada por el Concilio Vaticano II y las peores ideas y conductas de la rebelión postconciliar.
El pasado 15 de agosto publiqué un artículo en OnePeterFive en el que afirmaba lo siguiente: «Que personas bien intencionadas afirmen que Bergoglio debe nombrar una comisión investigadora que corrija la situación [en EE.UU.] es de locos. Sería como elegir a Himmler para que presidiese los juicios de Nuremberg». A algunos les pareció una afirmación muy atrevida. ¿Cómo podía decir algo así del Santo Padre?
Hoy, a la luz de las revelaciones de Viganò y de muchas otras pruebas, corroboro lo dicho, y lo que dicen miles de afirmaciones similares. Ni da la menor señal de ser santo, ni se comporta como padre. Un santo padre no trataría a los católicos como los trata Francisco. Un santo padre no descarría a sus hijos hacia el pecado en lo relativo a los misterios de la sexualidad, el matrimonio y el Santísimo Sacramento. Un santo padre no tiraniza a hijos suyos que han encontrado inspiración espiritual en la recuperación de las tradiciones de la familia mientras promueve a hijos que se rebelan contra ella, o incluso a extraños que a los que ésta tiene sin cuidado. Un santo padre no consiente por un momento que el hijo mayor maltrate al menor, sino que lo despoja de todas sus dignidades y lo expulsa.
Sólo Dios sabe que pasará en las circunvoluciones de su cerebro. Lo que sí sabemos es que el Señor ha permitido esta época de tribulación para poner a prueba y fortalecer la fe de sus siervos, a fin de ver si pase lo que pase seremos fieles a su revelación, sus mandamientos, la Tradición que nos ha confiado y su justicia.
La Divina Providencia ha probado la fidelidad cristiana en numerosas ocasiones a lo largo de la historia de la Iglesia, ya fuera mediante terribles torturas y dolorosos exilios en persecuciones romanas y paganas, con graves inmoralidades y corrupción en el clero, caos doctrinal y transigencias, o simplemente por medio de grandes adversidades en guerras, hambres, epidemias y catástrofes que nunca faltarán en nuestro mundo caído. «Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque, una vez probado, recibirá la corona de vida que el Señor tiene prometida a los que le aman» (Stg 1,12)
(Traducido por Bruno de la Inmaculada/Adelante la Fe. Artículo original)

Lombardi mintió sobre el encuentro de Bergoglio con Kim Davis para no disgustar a Obama

Nuevas revelaciones de Viganò: Francisco y su amigo homosexual están mintiendo




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En septiembre de 2015, durante el viaje de Francisco a Estados Unidos, se publicó que se había reunido en la Nunciatura en Washington con Kim Davis, la funcionaria encarcelada por negarse a tramitar el “matrimonio” de dos homosexuales. El Padre Lombardi se precipitó a calificar de ‘fake news’ las noticias sobre la audiencia, dejando a Kim Davis como una mentirosa y asegurando que el Papa solo había saludado a la mujer junto a decenas de personas.
El arzobispo Carlo María Viganó era entonces Nuncio en Estados Unidos, y relata ahora cómo fue ese encuentro y cómo el Vaticano mintió para no irritar a Barack Obama.
Según el propio Juan Carlos Cruz relató al New York Times anteayer, Francisco le habría dicho que Viganó saboteó su viaje a Estados Unidos. Según aseguró el Papa en la conversación con Cruz, el encuentro fue una “encerrona”. Esto habría dicho Francisco según Juan Carlos Cruz:

“No sabía quién era esa mujer, y él la cogió para saludarme y, por supuesto, hicieron una gran publicidad. Y me horroricé y despedí al nuncio”.
A continuación, el documento en el que el exnuncio Viganó relata cómo fue en realidad el encuentro entre el Papa y Kim Davis
El Papa Francisco se reunió de manera privada con Kim Davis: esto es lo que realmente ocurrió
por
Su Excelencia Carlo Maria Viganò
Arzobispo titular de Ulpiana
Nuncio Apostólico
El 28 de agosto de 2018, el New York Times ha dado a conocer parte de una conversión que Juan Carlos Cruz, la víctima más conocida de los abusos sexuales del sacerdote Karadima y del obispo Barros, supuestamente tuvo con el Papa Francisco.
Inexplicablemente, en su conversación con Cruz, parece ser que el Papa habría hablado de su encuentro con Kim Davis, que tuvo lugar en Washington el 24 de septiembre de 2015, afirmando que no sabía nada de su caso antes de dicho encuentro.
Ante tal afirmación del Papa, me siento obligado a explicar cómo se desarrollaron realmente los hechos.
Al final de la cena en la Nunciatura de Washington la noche del 23 de septiembre de 2015, le pregunté al Papa si me podía conceder media hora, porque necesitaba someter a su atención, y posible aprobación, una iniciativa delicada y de fácil realización, a saber: reunirse personalmente y de manera totalmente confidencial, fuera del alcance de los medios de comunicación, con Kim Davis, funcionaria del Condado de Rowan, en Kentucky, y la primera ciudadana americana condenada y encarcelada durante una semana por haber ejercido su derecho a la objeción de conciencia.
Al inicio de nuestro encuentro la noche del 23 de septiembre, le entregué al Papa un memorándum de una página que resumía el caso Davis (aquí enlaces al italiano y al inglés). El Papa se mostró inmediatamente favorable a dicha iniciativa, pero añadió que el encuentro tendría implicaciones políticas y dijo: “No soy un experto en estas cuestiones, por lo que sería mejor que usted le preguntará al cardenal Parolin su opinión”.
Eran ya las 21:30, por lo que fui personalmente con dos de los consejeros de la Nunciatura (un italiano y un lituano) al hotel donde se hospedaba el séquito del Papa, situado a poca distancia de la Nunciatura. Dado que yo había avisado por teléfono de mi llegada, Su Excelencia Mons. Angelo Becciu (Sustituto de la Secretaría de Estado) y Su Excelencia Mons. Paul Gallagher (Secretario para las Relaciones con los Estados y responsable de la Sección Política de la Secretaría de Estado) ya estaban esperándome en el hall del hotel. Inmediatamente me notificaron que el cardenal Parolin se había retirado a su habitación y que no consideraban apropiado molestarle, ya que ellos podrían informarle de nuestro encuentro a la mañana siguiente.
Nos reunimos en un pequeño salón del hotel. Como he dicho, éramos cinco personas. Les entregué el mismo memorándum que había entregado al Papa, exponiendo su contenido y explicando la razón de mi visita, que había sido solicitada por el Papa. Tras considerar el caso, mons. Becciu fue inmediatamente favorable al encuentro privado entre el Papa y Davis antes de que el Papa abandonara Washington para ir a Nueva York.
Mons. Gallagher, aunque era favorable a la idea dada la importancia de defender el derecho a la objeción de conciencia, dijo que sería oportuno verificar desde el punto de vista del derecho consuetudinario si había razones que desaconsejaran el encuentro; es decir, si las medidas judiciales contra Davis habían concluido o seguían abiertas. Hice que hablara con el canonista de la Nunciatura, el cual, antes de ser sacerdote, había sido juez en los tribunales militares americanos y, después, profesor de Derecho Canónico. Tras la conversación aclaratoria con el canonista, que le dijo que no había obstáculos procesales, Mons. Gallagher dio su opinión incondicionalmente favorable al encuentro entre el Papa y Kim Davis.
A la mañana siguiente, después de la misa que el Papa concelebró con nosotros en la Nunciatura, informé al Santo Padre de la opinión positiva de sus dos principales colaboradores, que debían referir al cardenal Parolin nuestro encuentro. Entonces el Papa dio su consentimiento y organicé todo para que Davis viniera a la Nunciatura sin que nadie se diera cuenta, recibiéndola en un salón aparte. Todo fue más fácil porque Davis ya estaba en Washington, puesto que había sido invitada para recibir un reconocimiento oficial (el Cost of Discipleship Award) del Family Research Council.
Antes del encuentro, avisé al fotógrafo de L’Osservatore Romano que no debería publicar las fotografías de este encuentro sin la autorización de sus superiores. Él, naturalmente, respetó las órdenes, pero hizo demasiadas fotografías, que nunca han sido publicadas, y que actualmente están custodiadas en el archivo fotográfico de L’Osservatore Romano. También le pedí a Davis que me prometiera que no informaría del encuentro a los medios de comunicación hasta que el Papa estuviera de vuelta en Roma, al final de su visita pastoral a los EE.UU. Davis mantuvo fielmente su promesa.
A primera hora de la tarde del 24 de septiembre, antes de partir hacia Nueva York, el Papa entró, tal como estaba previsto, en el salón donde Kim Davis y su esposo le estaban esperando. El Papa la abrazó afectuosamente, le dio las gracias por su valentía y la invitó a perseverar. Davis estaba muy emocionada y empezó a llorar. Después, volvió a su hotel en un coche conducido por un gendarme pontificio y acompañada por un monseñor americano y un miembro del personal de la Nunciatura.
Cuando el Papa ya había vuelto a Roma procedente de Filadelfia, después del Encuentro Mundial de las Familias, la noticia del encuentro con Davis estalló en los medios de comunicación. Una avalancha de llamadas telefónicas, de faxes y emails llegaron a la Nunciatura de Washington y a la Sala de Prensa del Vaticano, muchos con insultos y protestas, pero también muchos en favor del encuentro del Papa con Davis. En un artículo del 30 de septiembre de 2015, el New York Times informó que “Vatican officials initially would not confirm that the meeting occurred, finally doing so on Wednesday afternoon, while refusing to discuss any details” [“inicialmente, los oficiales vaticanos no confirmaron el encuentro, pero el miércoles por la tarde sí lo hicieron, aunque se negaron a dar detalles del mismo”]. La Sala de Prensa vaticana emitió una declaración —sin que sus superiores en la Secretaría de Estado me consultaran—, en la que se afirmaba que el Papa no había recibido a Davis en audiencia privada y que, como mucho, tal vez la había saludado entre muchas otras personas antes de partir hacia Nueva York. El padre Rosica y el padre Lombardi incrementaron aún más las mentiras, y fueron citados así en la edición del New York Times del 2 de octubre de 2015: “But the Rev. Thomas Rosica, a Vatican spokesman, said on Friday that the office of
Archbishop Viganò had extended the invitation to Ms. Davis and that the Pope was probably not briefed about her case. And the Rev. Federico Lombardi, the chief Vatican spokesman, depicted the meeting as one meet-and-greet among many” [“Pero el padre Thomas Rosica, uno de los portavoces del Vaticano, dijo el viernes que la oficina del arzobispo Viganò había extendido la invitación a la Sra. Davis, y que el Papa probablemente no había sido informado sobre el caso. Y el padre Federico Lombardi,    portavoz principal del Vaticano, ha descrito el encuentro como un saludo rápido entre muchos”]. ¡Esta es la transparencia existente en la Santa Sede bajo el Papa Francisco!
A la mañana siguiente, hacia las 6 hora de Washington —lo recuerdo bien porque acababa de entrar en la capilla de la Nunciatura—, recibí una llamada del cardenal Parolin que, agitado, me dijo: “¡Tiene que venir inmediatamente a Roma, porque el Papa está furioso con usted!”. Fui lo más rápidamente que pude y fui recibido por el Papa en la Domus Sanctae Marthae hacia las 7 de la tarde del 9 de octubre, al término de una de las sesiones vespertinas del segundo Sínodo sobre la Familia.
El Papa me recibió durante casi una hora, de manera afectuosa y paterna. Inmediatamente me pidió disculpas por la molestia de hacerme ir a Roma, y me dedicó muchos elogios por el modo cómo había organizado la visita a los EE.UU. y por el increíble recibimiento que había tenido en el país. Nunca se hubiera esperado tal acogida.
Para mi enorme sorpresa, durante este largo encuentro, el Papa no mencionó ni una sola vez la audiencia con Davis.
En cuanto mi audiencia con el Papa terminó, llamé de inmediato al cardenal Parolin y le dije: “El Papa ha sido muy amable conmigo. No me ha dirigido ningún reproche, sólo elogios por el éxito de su visita a los EE.UU”.   Entonces el cardenal Parolin me respondió: “No es posible, conmigo estaba furioso respecto a usted”.
Este es el resumen de los hechos.
Como he mencionado al inicio de este escrito, el 28 de agosto de 2018, el New York Times ha publicado una entrevista con Juan Carlos Cruz, en la que Cruz daba a conocer que, durante su encuentro con el Papa en abril de 2018, el Papa le habló del caso Davis. Según Cruz, el Papa le dijo: I did not know who the woman was and he [Msgr. Viganò] snuck her in to say hello to me — and of course they made a whole publicity out of it. And I was horrified and I fired that Nuncio” [“No sabía quién era esa mujer y él [Mons. Viganò]  la coló [en la Nunciatura] para que me saludara. Y claro, le dieron mucha publicidad al asunto. Yo estaba horrorizado y despedí a ese nuncio”].
Uno de los dos miente: quién, ¿Cruz o el Papa? Lo que es cierto es que el Papa sabía muy bien quién era Davis, y tanto él como sus colaboradores cercanos habían aprobado la audiencia privada. Los periodistas pueden verificar los hechos preguntado a los prelados Becciu, Gallagher y Parolin, como también al mismo Papa.
Lo que es evidente es que el Papa Francisco ha querido esconder la audiencia privada que le concedió a la primera ciudadana americana condenada y encarcelada por objeción de conciencia.
+ Carlo Maria Viganò
Arzobispo titular de Ulpiana
Nuncio Apostólico
30 de agosto de 2018
Fiesta de Santa Juana Jugan y del Beato Alfredo Ildefonso Schuster
Traducción de Elena Faccia para InfoVaticana

sábado, 1 de septiembre de 2018

Bergoglio le remitía casos para hacer ´Exorcismos´ al Hereje luterano Manuel Acuña



El Magisterio de la Iglesia declara Nula e invalida la elección de un hereje como papa. Bergoglio ya estaba excomulgado desde Argentina.


6. Nulidad de todas las promociones o  elevaciones de desviados en la Fe.
San Vicente Ferrer: "Prestando obediencia a uno que no es papa y tributándole honores papales, se quebranta el primer precepto de la primera tabla" Es decir que los que obedecer al falso papa Bergoglio han caído en apostasía.

5. Excomunión ipso facto para los que favorezcan a herejes o cismáticos. 
 
El fraudulento “exorcista” argentino Manuel Acuña que en lugar de expulsar al demonio induce posesiones diabólicas,
confesó delante de la Prensa de Argentina, Nuevo Diario de Santiago de Estero que Bergoglio le remitía casos para hacer Exorcismos.
Nuevo Diario 02 de Marzo de 2014
«Amistad con Bergoglio
Es conocida también su amistad con Jorge Bergoglio, hoy el papa Francisco. Es un secreto a voces que, muchas veces, el mismo Bergoglio recomendaba a Acuña para que intervenga en algún caso, debido a su conocida sapiencia en el tema. “Somos muy amigos, el Santo Padre es una persona extraordinaria. Nos conocemos bien, y tiene un gran respeto por la sanidad espiritual”. Cuenta el obispo»



diario manuel acuna fraudulento exorcista de Bergoglio
Carlos Alberto Mancuso confirma que Bergoglio remitía los casos de exorcismo porque no había nombrado exorcistas en su diócesis. Es  oficio del Obispo nombrar en cada diócesis exorcistas y si no hubiere ninguno el mismo Obispo es el exorcista de su diócesis!
Monseñor Carlos Alberto Mancuso: el propio Papa Francisco, cuando era el Cardenal Arzobispo de Buenos Aires, le enviaba casos de posesos, “porque no tenía exorcistas en Buenos Aires. Me los enviaba a La Plata, que queda a una hora; hacíamos ese servicio y quedaba muy agradecido”, señala el obispo a diario El Tiempo.
Jorge Mario Bergoglio fue arzobispo de Buenos Aires desde 1998 hasta 2013 , Cardenal desde 21 de febrero de 2001 y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina del 2005 al 2011.
Esta noticia toma relevancia actual porque el profesor Giuseppe Ferrari, un organizador del “Curso sobre Exorcismo” que se celebra anualmente en la Universidad romana “Regina Apostolorum”, que pertenece a los Legionarios de Cristo, el 19 de abril hizo la declaración herética ante el New York Times que para la conferencia del  próximo año pretende invitar “al exorcista preferido del Papa, un luterano”.
new York times declaracion heretica.png
Y varios periódicos italianos escribieron la noticia con la declaración herética:  «Durante el curso surgió, por ejemplo, que el cardenal Jorge Mario Bergoglio, que también habló de la presencia del demonio  en la última exhortación apostólica «Gaudete et exsultate », cuando era arzobispo de Buenos Aires, también tenía una Exorcista luterano entre sus asesores». Il Periodico News

Acuña  también contó   al Periódico como  conoció a Bergoglio.
«Una amistad que es de larga data
DiarioSantiagoLa amistad entre el Papa Francisco y el obispo Manuel Acuña data de hace muchos años. Vale recordar que la labor de este Luterano viene de largo tiempo. Siempre trabajando en la tarea de ayudar en lo que el momento requiera.
Manuel recuerda que en 2001, en pleno tambaleo de la presidencia de De La Rúa, se generó un intento de reestructuración del registro de cultos. Esto vendría acompañado de una especie de reempadronamiento y seguro también el cobro de licencias y varias restricciones. Esto fue motivo de inquietud para todos los cultos, salvo para la Iglesia católica dependiente de Roma. Por tal motivo el padre Manuel Acuña pidió una audiencia con el entonces cardenal Jorge Bergoglio, que lo recibió de inmediato. “Allí, como las cosas que uno muchas veces no espera, me encontré con la gracia de una gran amistad”. Cuenta Acuña.
La sencillez que hoy es un rasgo mundialmente conocido en el Sumo Pontífice, es una de sus cualidades más destacables.
“Al recibirme, me hizo pasar a su despacho. Y me acercó una silla que era de diseño moderno, muy cómoda y él eligió un banquito que puso delante de mi para, así sentados frente a frente, conversar durante más de veinte minutos. En un momento me interrumpió: “¿Usted se llama Manuel?”, preguntó con delicadeza. Yo respondí afirmando. Entonces él me volvió a decir: “A partir de ahora, somos amigos y yo para usted soy Jorge”.
Allí comenzó esta amistad. Hoy por su indudable abultada agenda y por la distancia, el contacto no es tan fluido, pero somos amigos y eso no importa. Guardo para mí muchos momentos en los que nos hemos juntado a orar. Incluso por teléfono. Esa es una gran bendición, no puedo pedir más”, concluye el obispo Manuel Acuña».
apostata bergoglio
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Bergoglio reconocía públicamente a este impostor como si fuera un verdadero ‘Obispo‘ como lo demuestra el mismo Acuña en sus redes sociales. Su herético  amigo Manuel Acuña lleva puesta la cruz pectoral que Bergoglio le regaló.


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Bergoglio entrevista con la reportera mexicana: "Y también invitábamos a algunos pastores de afuera, a algún cura de afuera, Cantalamessa una vez estuvo. Y eso nos ayudaba a trabajar juntos los que estábamos en la línea seria ¿no? Entonces, ve, la palabra “sectas” se va como diluyendo. Me detuve mucho en esto por justicia, para no hacer una injusticia. Hermanos evangélicos que trabajan bien."


Manuel Acuña quien promueve el culto pagano a los duendes en las redes sociales y en la televisión  de Argentina, fundó en Argentina una escuela para supuestamente enseñar sobre exorcismos donde invita para dictar sus cursos ‘ecuménicos’ internacionales a chamanes como su amigo Paulino Martínez y a parasicólogos de la Francmasonería como Gustavo Fernández.


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Este herético luterano, en lugar de expulsar al demonio induce las posesiones diabólicas, promueve el culto a los duendes y avala  a las ocultistas: Liliana Chelli y Sandra Noval que se dedican a promover el culto a los duendes y la brujería.
manuel avala a sandra noval
Manuel Acuña le dio a la ocultista Liliana Chelli, que tiene un Libro de hechizos y conjuros, un certificado para poder impartir ocultismo, que  llama: “enseñanzas espirituales”.









liliana chelli manuel acuna
Liliana Chelli con Manuel Acuña
ocultista
falso exorcista con ocultista
manuel promueve culto pagano a los duendesManuel Acuña  También ha sido acusado por un comentarista argentino de la pagina católica Panorama Internacional de tener ‘seminaristas’ abiertamente homosexuales. Acuña  tiene en toda la red varias denuncias de fraudes y  escándalos. En el 2011 celebró  en la televisión una bodas “bígama” de hecho, de rito luterano para una pareja de adúlteros. Manuel Acuña celebró una boda inválida entre Estefania Colombo y el millonario Tomás Costantini que aun este no se habían divorciado civilmente,  etc.
Acuña cometió un delito por realizar una boda donde  existía un impedimento que cause su nulidad absoluta   (como sucede en este caso de matrimonio anterior subsistente).
falso boda para adulteros manuel acunaTítulo IV –
Delitos contra el estado civil
Capítulo I –
Matrimonios ilegales
Art. 134.- Serán reprimidos con prisión de uno a cuatro años, los que contrajeren matrimonio sabiendo ambos que existe impedimento que cause su nulidad absoluta.
Art. 135.- Serán reprimidos con prisión de dos a seis años:
1º. el que contrajere matrimonio cuando, sabiendo que existe impedimento que cause su nulidad absoluta, ocultare esta circunstancia al otro contrayente;
2º. el que engañando a una persona, simulare matrimonio con ella.





bergoglio y herejes luteranos
 En Argentina Acuña ha recibido sacerdotes que han dejado el sacerdocio para casarse



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hereje luterano amigo de Bergoglio
El Magisterio de la Iglesia católica decreta la excomunión automática de Jorge Mario Bergoglio y completamente nula todas sus promociones y elevaciones por haberse desviado de la fe católica y traicionarla en Argentina.

Desde el 2003 Bergoglio no quiso recibir a la víctima del pedófilo Julio Cesar Grassi


Como Cardenal Bergoglio protegió a Pedófilo convicto en Argentina. Bergoglio fue confesor de Grassi y visitante permanente de la Fundación Felices los Niños, donde se cometieron los abusos.




Fuente: Tiempo Argentino Por: Federico Trofelli
15.09.2013 | El máximo tribunal provincial debe decidir si confirma la condena a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores



Denuncian lobby de Grassi ante la Corte bonaerense y el Vaticano

Una víctima del sacerdote intentó presentar una carta dirigida al Papa Francisco, pero se negaron a recibirla y lo echaron de la embajada de la Santa Sede en Buenos Aires. "Le ruego me ayude a recuperar la fe", escribió el joven.

Ante la inminencia de un fallo de la Suprema Corte bonaerense sobre la cuestión de fondo en el caso Grassi, la querella teme la existencia de un estratégico lobby de parte de la Iglesia –que llegaría al mismísimo Papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio– para favorecer al cura condenado a 15 años de prisión por pedofilia. Una serie de gestos eclesiásticos provocaron la desconfianza de los querellantes, que suponen que el máximo tribunal provincial podría verse empujado a dictaminar a favor del cura Julio César Grassi, quien viene sorteando las condenas de la justicia de Morón y el Tribunal de Casación. Hasta aquí, jueces y fiscales de todas las instancias lo hallaron culpable.
LA CARTA DE LA VÍCTIMA. Pocas semanas después de la asunción de Francisco, "Gabriel" –como es conocido el joven presuntamente abusado por Grassi–, intentó hacerle llegar una carta al Papa para que lo recibiera en Roma. Parecía un trámite simple pero se convirtió en un confuso episodio donde casi intervino la policía. 
Mientras desde los buses turísticos disparaban fotos hacia la Nunciatura Apostólica (la embajada del Vaticano en la Argentina), el 8 de mayo, Gabriel y el abogado querellante Juan Pablo Gallego se presentaron en el palacio de la Avenida Alvear 1605, en Capital Federal. 
La iniciativa de escribir la carta, de dos carillas, se debió a que "Gabriel tomó conocimiento por los medios sobre las definiciones del actual Papa contra los abusos sexuales en la Iglesia" y por "la angustia que le sigue generando no haber obtenido una palabra de aliento por parte de la institución eclesiástica, siendo víctima de abusos reiterados y corrupción de menores por parte del cura Grassi", explicó Gallego a Tiempo Argentino, y agregó que las expectativas puestas por el joven en el encuentro eran "altas teniendo en cuenta además que era una persona de fe hasta tanto padeció los hechos aberrantes".
Pero la víctima y el abogado se sorprendieron cuando al pisar la Nunciatura fueron destratados. "El problema surgió cuando el hombre que nos atendió leyó el texto. Luego de hacer una consulta con otra persona en el interior de la Nunciatura, nos respondió de un modo terminante que no la iban a recibir porque no aceptaban ningún tipo de documentación", detalló el letrado Gallego.
Las excusas del anfitrión de la embajada se cayeron cuando al mismo tiempo comenzó a recibir, frente a Gabriel y Gallego, una serie de encomiendas, cartas, y papeles dirigidos a Francisco de parte de otros fieles. "Ante nuestra insistencia, este sujeto que nunca se identificó con su nombre, nos propuso que si queríamos podíamos dejar la nota pero que no firmaría nada." Con el teléfono en la mano y bajo amenazas de llamar al 911, el empleado de la Embajada del Estado Vaticano terminó por echarlos. 
En la carta, a la que tuvo acceso este diario, Gabriel recuerda que el cura fue condenado el 10 de junio de 2009 por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón por abuso sexual reiterado y corrupción de menores a 15 años de prisión. "Sin embargo, por artilugios procesales para mí incomprensibles sigue en total libertad y lo que es aun más grave, en ejercicio de su ministerio sacerdotal que ha utilizado para aprovechar de mi situación de indefensión", dijo la víctima. 
PODER Y AGRAVIOS. "Grassi se exhibe en televisión, me agravia y señala repetidamente que Ud. no le soltó la mano", explicó el joven, quien también se refirió al libro publicado a pedido de la Conferencia Episcopal Argentina cuando Bergoglio estaba al frente de la misma. En ese libro (ver aparte) se realiza una encendida defensa jurídica del cura y fue entregado en mano a cada uno de los jueces de la Corte bonanerense.
LA REUNIÓN QUE NO FUE. El joven reservó unas líneas para recordarle a Francisco que en noviembre de 2003, cuando era cardenal, también intentó infructuosamente entrevistarse con él: "Le solicito ahora, respetuosamente y en forma personal, ser recibido por Ud. en su condición de Sumo Pontífice. Le ruego se sirva aplicar la denominada tolerancia cero para con el privilegiado condenado Grassi, por cuyos espantosos crímenes he sufrido y sigo sufriendo, apartándolo de la institución, reduciéndolo a laico y emitiendo una clara señal pública de respeto hacia la independencia de la institución judicial argentina". 
"Le ruego encarecidamente me dé su compasión y me ayude a recuperar la fe", concluyó el escrito de Gabriel, que no obtuvo, por ahora, ninguna respuesta del Papa.  «
Cronología de la impunidad
* Preso por un mes: en 2002, Julio César Grassi fue detenido en Morón, donde estuvo preso alrededor de un mes, acusado de abusar de tres jóvenes en las sedes de la Fundación Felices los Niños de El Calafate y Hurlingham. 
* Condena: el juicio oral y no público se realizó recién en 2009. El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón lo condenó a 15 años de prisión, por dos hechos cometidos en 1996 contra Gabriel. El cumplimiento de la pena se haría efectivo una vez que la sentencia quede firme.
* Libertad vigilada: desde entonces, Grassi fue beneficiado con la "libertad vigilada", "prisión domiciliaria" y "libertad con ciertas restricciones", entre otros privilegios. El Tribunal de Casación bonaerense y la Cámara de Apelaciones de Morón confirmaron la condena por abuso sexual.
* Una causa dormida: desde 2010, la Suprema Corte bonaerense debe resolver la sentencia de fondo. 
La querella solicitó elevar a 37 años la condena a Grassi y que se incluya a las tres víctimas. Por su parte, la defensa pidió que se anulara la condena y que se absuelva al cura. La procuradora María del Carmen Falbo dictaminó elevar la pena.

Libro por encargo
En 2010, la Conferencia Episcopal Argentina, a cargo del entonces cardenal Jorge Bergoglio, le pidió al abogado penalista Marcelo Sancinetti que hiciera un libro a favor del cura Julio Grassi. El trabajo llamado Estudios sobre el caso Grassi consta de dos tomos y, entre ambos, superan las 1000 páginas. Su edición fue limitada pero bastó para que llegara a los escritorios de todos los magistrados que tuvieron, y tienen aún, que tomar algún tipo de decisión en el interminable proceso judicial contra el sacerdote que comenzó allá por el 2002. 
Sancinetti es el mismo abogado que escribió Análisis crítico del caso Cabezas a pedido de la familia del empresario Alfredo Yabrán. Según explica Gabriel en la carta enviada al Papa, "se le facilitó al autor información reservada para que publique el libro en el que se me denigra y se exterioriza una ideología oscurantista. En el libro se argumenta que "la Iglesia no necesariamente debería acatar las decisiones de la justicia secular".
"Se insinúa que las denuncias de abusos son falsas y se las compara con los juicios por brujería de la Edad Media", detalló Gabriel.
En el mismo sentido, otro hecho que llamó la atención de la querella fue la visita realizada por el nuncio (representante del Papa Francisco en la Argentina) Emil Paul Tscherring a la escuela Nuestra Señora de la Patagonia de la Fundación Felices Los Niños en la ciudad de El Calafate, en Santa Cruz.
El nuncio, acompañado de varios obispos, recorrió las instalaciones a sólo dos semanas de la asunción del Papa.
Negri se reunió con francisco
Mientras la Suprema Corte bonaerense cavila una decisión sobre el caso Grassi, el presidente del máximo tribunal provincial, Héctor Negri, se reunió con el Papa Francisco en la Santa Sede el pasado lunes 2 de septiembre. El encuentro fue de carácter privado. "Dialogaron sobre diversos temas que preocupan: entre ellos, principalmente, el valor del derecho en la conformación de la paz para los hombres y para los pueblos", se limitaron a informar a través de un comunicado desde la Corte. Sin embargo, los organismos de Derechos Humanos que representan a las víctimas de Grassi estiman que la causa penal del sacerdote habría sido uno de los temas de la reunión. 
Según confiaron dos fuentes consultadas por Tiempo Argentino, en la Corte provincial hay un fuerte lobby del supremo Eduardo Julio Pettigiani, quien intenta convencer a sus pares para beneficiar al cura Julio César Grassi. 
Pettigani fue designado juez federal de Mar del Plata durante la última dictadura militar y llegó a ser secretario de Seguridad de la provincia de Buenos Aires en el gobierno de Eduardo Duhalde. Sus gestiones fueron clave para poner a Pedro Klodzyck al frente de la denominada Maldita Policía.



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Otros encubridores del pedófilo  Grassi:
La respuesta de los obispos y líderes eclesiales argentinos  en el caso de abuso sexual infantil Grassi:
• En septiembre de 2013, Monseñor Marcelo Cuenca Revuelta, arzobispo de Río Negro, declaró públicamente que el padre Julio César Grassi (sacerdote ya condenado cuya culpabilidad había sido confirmada por dos tribunales de apelaciones) era “completamente inocente”. Él también dijo que Grassi había sido incriminado injustamente por personas desconocidas que querían castigar a Grassi e impedir que la Iglesia ayudara a los niños pobres.

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