Príncipe Enrique y Meghan Markle, quien es divorciada. |
Can. 1436
§ 1. Quien niega alguna verdad que se debe creer por fe divina y católica, o la pone en duda, o repudia completamente la fe cristiana, y habiendo sido legítimamente amonestado no se arrepiente, debe ser castigado, como hereje o apóstata, con excomunión mayor; el clérigo, además, puede ser castigado con otras penas, no excluída la deposición.
Todos los fieles católicos estamos obligados a hacer una profesión de Fe que incluye creer como verdad definitiva en la invalidez de las ordenes anglicanas,
Papa León XIII
–Las ordenaciones anglicanas son absolutamente inválidas y totalmente nulas.
El Hereje episcopal Michael Curry fue el encargado de hablar en la ‘boda anglicana’ el cual es un promotor de los seudo matrimonios homosexuales.
Ningún fiel católico puede apoyar esta farsa porque esto significaría la apostasía de la fe católica, puesto que es necesario reconocer la invalidez de las ordenes anglicanas porque es un verdad dogmática que todos los fieles católicos estamos obligado a creer en la profesión de fe.
Es además un doble acto de apostasía puesto que las invalidas ordenes anglicanas apoyan los seudo matrimonios homosexuales, las ordenaciones gay y la ordenación femenina en contra de la doctrina moral católica.
El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión latae sententiae. […] Se prohíbe al excomulgado: tener cualquier participación ministerial en la celebración del Sacrificio Eucarístico o en cualesquiera otras ceremonias de culto; celebrar los sacramentos o sacramentales y recibir los sacramentos; desempeñar oficios, ministerios o cargos eclesiásticos, o realizar actos de régimen. (Código de Derecho Canónico, can. 1364, §1; can. 1331, §1)
Sínodo de Letrán
Condenación a quien no rechaza a los herejes.
–Las ordenaciones anglicanas son absolutamente inválidas y totalmente nulas.
El Hereje episcopal Michael Curry fue el encargado de hablar en la ‘boda anglicana’ el cual es un promotor de los seudo matrimonios homosexuales.
Ningún fiel católico puede apoyar esta farsa porque esto significaría la apostasía de la fe católica, puesto que es necesario reconocer la invalidez de las ordenes anglicanas porque es un verdad dogmática que todos los fieles católicos estamos obligado a creer en la profesión de fe.
Es además un doble acto de apostasía puesto que las invalidas ordenes anglicanas apoyan los seudo matrimonios homosexuales, las ordenaciones gay y la ordenación femenina en contra de la doctrina moral católica.
Código de Derecho Canónico
•Se prohíbe al excomulgado celebrar los sacramentales.
El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión latae sententiae. […] Se prohíbe al excomulgado: tener cualquier participación ministerial en la celebración del Sacrificio Eucarístico o en cualesquiera otras ceremonias de culto; celebrar los sacramentos o sacramentales y recibir los sacramentos; desempeñar oficios, ministerios o cargos eclesiásticos, o realizar actos de régimen. (Código de Derecho Canónico, can. 1364, §1; can. 1331, §1)
Sínodo de Letrán
Condenación a quien no rechaza a los herejes.
Si alguno, de acuerdo con los santos Padres, a una voz con nosotros y con la misma fe, no rechaza y anatematiza, de alma y de boca, a todos los nefandísimos herejes con todos sus impíos escritos hasta el último ápice, a los que rechaza y anatematiza la santa Iglesia de Dios, católica y apostólica, esto es, los cinco santos y universales Concilios, y a una voz con ellos todos los probados Padres de la Iglesia —esto es, a Sabelio, Arrio, Eunomio, Macedonio, Apolinar, Polemón, Eutiques, Dioscuro, Timoteo Eluro, Severo, Teodosio, Coluto, Temistio, Pablo de Samosata, Diodoro, Teodoro, Nestorio, Teodulo el Persa, Orígenes, Dídimo, Evagrio, y en una palabra, a todos los demás herejes— […], ese tal sea condenado. (Denzinger-Hünermann 518-520. Sínodo de Letrán, Quinta sesión, Condena de los errores acerca de la Trinidad y de Cristo, can. 18, 31 de octubre de 649)
Papa Pío V
…destruyó el culto de la verdadera religión e implantó la herejía
Isabel ha destruido el culto de la verdadera religión, que fue anulada por Enrique VIII, y que la legítima reina María, con encomiable respeto de la posteridad, había logrado en el establecimiento por los esfuerzos de su poderosa mano propia, y con la asistencia de la Santa Sede. Isabel, abrazando después los errores de los herejes, no ha considerado el Consejo Real de Inglaterra, integrado por la nobleza inglesa y los ha reemplazado con los herejes oscuros. Ella ha oprimido a los que cultivan la fe católica, y los ha sustituido por los oradores del mal y los ministros de la impiedad. Se ha abolido el sacrificio de la Misa, la oración, el ayuno, las distinciones de la carne, el celibato y los ritos católicos. Se ha ordenado a la circulación de libros que contienen un sistema de herejía manifiesta, y de los misterios impíos. Se ha ordenado a sus súbditos a recibir, observar y preservar preceptos que se ha adoptado de Calvino. Ella se ha atrevido a decretar que los obispos, rectores de iglesias, y los sacerdotes católicos y otros, a ser expulsados de sus iglesias y privados de sus beneficios. Se ha dispuesto de ellos y de otras cosas eclesiásticas a favor de los herejes, y ella también ha decidido tomar decisiones que justamente le pertenece sólo a la Iglesia. (Pío V. Bula Regnans in exelsis, 28 de febrero de 1576)
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