Los Santos mártires de Uganda fueron asesinados (degollados o quemados vivos) por no ceder a los deseos impuros de un rey homosexual, el jueves 3 de junio de 1886 Fiesta de la Ascensión.
“Pueden quemar nuestros cuerpos pero no pueden dañar nuestras almas”.
Fueron beatificados por SS Benedicto XV en 1920.
Fueron canonizadas en 1964.
Martirologio Romano: Memoria de los santos Carlos Lwanga y doce compañeros, todos ellos de edades comprendidas entre los catorce y los treinta años, que perteneciendo a la corte de jóvenes nobles o al cuerpo de guardia del rey Mwanga, de Uganda, y siendo neófitos o seguidores de la fe católica, por no ceder a los deseos impuros del monarca murieron en la colina Namugongo, degollados o quemados vivos († 1886).
Mártires por defender su pureza y la fe:
Entre los años 1885 y 1887, apenas iniciada la nueva evangelización de África negra, un centenar de cristianos de Uganda, fueron condenados a muerte por el rey Mwanga que se había pervertido con el vicio de la sodomía.
El rey Mwanga mandó a quemar vivos, torturar, desmembrar, castrar y ejecutar a sus servidores que se había hecho cristianos en Uganda y que se opusieron a ceder al vicio, ellos eligieron la muerte antes que ofender a Dios.
Fueron martirizados porque coherentemente con su fe en Cristo, no cedieron a los deseos impuros (De Sodomía -homosexualidad) del monarca, fueron torturados y asesinados en la colina de Namugongo en Uganda, el 3 de junio de 1886, unos degollados y otros quemados vivos. Estos son los nombres de los que se les hizo el reporte: Calos Lwanga, Mbaya Tuzinde, Bruno Seronuma, Santiago Buzabaliao, Kizito, Ambrosio Kibuka, Mgagga, Gyavira, Aquiles Kiwanuka, Adolfo Ludigo Mkasa, Mukasa Kiriwanvu, Anatolio Kiriggwajjo y Lucas Banabakintu.-
San Carlos Lwanga a su verdugo:
“Es como si me estuvieras echando agua. Por favor, arrepiéntete y vuélvete cristiano como yo”.
San Carlos Lwanga
Patrono de los jóvenes católicos de África
San Carlos Lwanga fue uno de los veintidós mártires ugandeses que fueron convertidos del paganismo por la Sociedad de Misioneros de África. Jefe de los pajes reales, Carlos finalmente se convirtió en un líder moral: protegió a los otros pajes de las demandas inmorales del gobernante de Babandan, Mwanga, y los instruyó en la fe católica, incluso bautizando a algunos de ellos. Inspiró y animó a sus compañeros a permanecer castos y fieles a Dios incluso a través del encarcelamiento y la persecución.
Mientras los mártires Cristianos de Uganda fueron torturados y sacrificados ellos cantaban himnos a Dios.....
San Carlos Lwanga:
“ Estas llamas son un regalo para mí.
Estas llamas aguardan a mis hermanos cristianos.
Gustoso voy a ser consumidos por el fuego.
Gustoso voy a entrar en el fuego del Amor Divino.”
Ap 5:9 Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
En el testimonio de los mártires de Uganda se combina la tiranía política y la lujuria homosexual; fueron martirizados por defender la integridad de la fe y así conservar la virtud de la santa pureza.
hombres que han arriesgado[entregado] su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Que el ejemplo de valentía por defender la pureza y la fe de los Santos Mártires de Uganda nos ayuden a entender que Dios aborrece el vicio de la sodomía para no hacernos participes de este grave pecado con opiniones contrarias a las enseñanzas de la Iglesia católica especialmente hoy en día que los curas apostatas sodomitas se han tomado las estructuras físicas de la Iglesia con el fin de arrastrar al mayor numero de incautos a la apostasía general para llevarlos a la perdición eterna.
No se dejen engañar como nos advirtió el apóstol san Pablo. Ni los afeminados ni los homosexuales heredarán el Reino de Dios. Esto quiere decir que sufrirán el castigo del Fuego Entero.
Falsos profetas y falsos maestros
1 Como hubo en el pueblo profetas falsos, así habrá falsos doctores, que introducirán sectas perniciosas, llegando hasta negar al Señor que los rescató, y atraerán sobre sí una repentina ruina.
2 Muchos les seguirán en sus liviandades, y, por causa de ellos, será blasfemado el camino de la verdad.
3 Llevados de la avaricia, harán de vosotros mercadería con palabras mentirosas, pero su condenación, ya antigua, no tardará, su ruina no se retrasará.
4 Porque, si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitados en el tártaro, los entregó a las prisiones tenebrosas, reservándolos para el juicio;'
5 ni perdonó tampoco al viejo mundo, sino que sólo guardó al octavo, a Noé, para pregonero de la justicia cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos;'
6 y a las ciudades de Sodoma y de Gomorra las condenó a la destrucción, reduciéndolas a cenizas para escarmiento de los impíos venideros,
7 mientras que libró al justo Lot, acosado por la conducta de los desenfrenados en su lascivia,
8 al justo que habitaba entre ellos diariamente y sentía su alma atormentada viendo y oyendo sus obras inicuas.
9 Pues sabe el Señor librar de la tentación a los piadosos y reservar a los malvados para castigarlos en el día del juicio,
10 sobre todo a los que van en pos de la carne llevados de los deseos impuros y desprecian la autoridad del Señor. Audaces, pagados de sí mismos, no temen blasfemar de las potestades superiores.
“… Alguien que vivió practicando el vicio de la sodomía sufrirá más dolores en el infierno que cualquier otro, porque este es el peor pecado que existe.”(San Bernardino de Siena, Predica XXXIX, en Le prediche volgari (Milan:. Rizzoli, 1936 ), pp 869ff., 915, en F. Bernadei, op. cit., p. 11f)
Santos mártires de Uganda:
Os encomendamos a los jóvenes de nuestro tiempo para que sepan defender valientemente su pureza contra todos los corruptores, y para que nunca jamás se dejen robar por nadie su fe católica.
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