El cismático y heresiarca Jorge Mario Bergoglio afirma que la “no aceptación” del Vaticano II por parte de los católicos tradicionalistas es el “problema actual” de la Iglesia.
En Argentina, Bergoglio ya estaba en Cisma, desobedeciendo al Papa Benedicto XVI. Bergoglio habla de esa interpretación herética y cismática del Vaticano II, que el Mismo Papa Benedicto XVI y Juan Pablo II rechazaron. Al NO haber una hermenéutica de continuidad, se prueba una vez mas que Bergoglio es un cismático que está formando una secta, fuera de la Iglesia católica, pero como un parásito se alimenta de ella.
Como el Cuco que se ha apoderado de la Estructura física de la Iglesia y busca expulsarnos a nosotros los legítimos Hijos de la Iglesia .
El mismo Boff reconoce que Bergoglio ha roto con la Iglesia y lo llama el 'Papa de la Ruptura'. El heresiarca Boff incluso reconoce públicamente que esta ruptura, es decir, esa aplicación herética y cismática del Vaticano II, fue rechazada por el Papa Benedicto XVI y el Papa Juan Pablo II. Esto quiere decir que Bergoglio es un cismático que se ha separado de la Iglesia católica Verdadera.
El Herético Leonardo Boff en una entrevista del 2013, publicada en la Tercera, contestó a la pregunta ¿EstePapallegó para generar cambios?:Creo que este es el(...) ¿Por qué es tan optimista?Papade la ruptura. Esa es la palabra a la que Benedicto XVI y Juan Pablo II más temían. Ellos creían que la Iglesia tenía que tener continuidad, por lo tanto, el Concilio Vaticano II no podía significar ruptura con el Primero. Pero no, ahora hay una ruptura, la figura del Papa no es más la clásica, es otra. Francisco no comenzó con la reforma de la Curia, comenzó con la reforma del papado.
R/…Hasta ahora, estaba prohibido que los temas de moral sexual, de moral de la familia, de celibato y de la homosexualidad fueran discutidos. Si un teólogo o un sacerdote discutía ese asunto, era luego censurado. Ahora, él va a permitir la discusión.
LA FALSA IGLESIA
Profecía de la Beata Ana Catalina Emmerich
Quieren ellos ser un solo cuerpo en algo diferente que el Señor.
Se formó un cuerpo, una comunidad fuera del cuerpo de Jesús que es la Iglesia: una falsa Iglesia sin Redentor, en la que el misterio es no tener misterio. (AA.II.89)
Es cuando la ciencia se ha separado de la fe cuando nade esta Iglesia sin Salvador, las pretendidas buenas obras sin la fe, la comunión de los incrédulos teniendo la apariencia de virtud, en una palabra la anti-Iglesia cuyo centro está ocupado por la malicia, el error, la mentira, la hipocresía, la laxitud, los artificios de todos los demonios de la época. (AA.II.89)
LA COMUNIÓN DE LOS PROFANOS
Todo es (en esta «falsa iglesia») fundamentalmente malo; es la comunión de los profanos.
No se decir hasta donde todo lo que ellos hacen es abominable, pernicioso y vano. (AA.II.89)
¡Quieren ser uno solo cuerpo en algo diferente que el Señor! (AA.II.89)
Tuve una visión en la que vi a los otros en la falsa iglesia, edificio cuadrado, sin campanario, negro y sucio, con una cúpula elevada. Ellos estaban en gran intimidad con el espíritu que reinaba ahí. Esta iglesia está llena de inmundicias, de vanidades, de necedad y de oscuridad. Casi nadie de ellos conocía las tinieblas en medio de las cuales trabajaba. Todo es puro en apariencia: pero no es más que vacío. (AA.II.88)
(La falsa iglesia) está llena de orgullo y de presunción, y con eso destruye y conduce al mal con toda clase de buenas apariencias. Su peligro está en su inocencia aparente (AA.II.89)
Ellos hacen y quieren cosas diferentes: en ciertos lugares su acción es inofensiva: además trabajan para corromper a un pequeño número de sabios, y así todos juntos desembocan en un centro, en una cosa mala por su origen, en un trabajo y en una acción fuera de Jesucristo por el cual únicamente toda vida es santificada y fuera del cual todo pensamiento y toda acción permanecen como el imperio de la muerte y del demonio. (AA.II.89)
¡Vi tantos traidores! Ellos no soportan que se les diga: «esto va mal». Todo está bien ante sus ojos con tal de que puedan glorificarse con el mundo. (AA.III.184)
Vi a continuación que cuando ellos introducían el obispo de la manera que se habían propuesto, él era intruso, introducido contra la voluntad del Papa y que no poseía legítimamente la autoridad espiritual. (AA.III.128)
Vi, por lo que creo, casi todos los obispos del mundo, pero un pequeño número solamente perfectamente sano. (AA.III.136)
Vi todo lo que respecta al protestantismo tomar cada vez más poder, y la religión caer en decadencia completa. (AA.III.137)
Había en Roma, incluso entre los prelados, muchas personas de sentimientos poco católicos que trabajaban para el éxito de este asunto (la fusión de las iglesias).
Vi también en Alemania a eclesiásticos mundanos y protestantes iluminados manifestar deseos y formar un plan para la fusión de las confesiones religiosas y para la supresión de la autoridad papal. (AA.III.179)
¡... y este plan tenía, en Roma misma, a sus promotores entre los prelados! (AA.III.179)
Ellos construían una gran iglesia, extraña y extravagante; todo el mundo tenía que entrar en ella para unirse y poseer allí los mismos derechos; evangélicos, católicos, sectas de todo tipo: lo que debía ser una verdadera comunión de los profanos donde no habría más que un pastor y un rebaño. Tenía que haber también un Papa pero que no poseyera nada y fuera asalariado. Todo estaba preparado de antemano y muchas cosas estaban ya hechas: pero en el lugar del altar, no había más que desolación y abominación. (AA.III.188)
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